No esperes una explosión de sabor en la boca.
Son suaves.
Pero están ricos.
Necesitarás:
(para una ración)
. Dos huevos medianos
. Un puñado de espinacas
. Medio diente de ajo picado
. Un cuarto de cebolla picada muy fina
. Una cucharada de harina
. Un vaso pequeño de leche
. Parmesano y gruyer rallados (al gusto)
. Un pellizco de mantequilla
. Aceite de oliva
Así se hacen:
Lava las espinacas y saltea junto con el ajo. Reserva.
En la misma sartén echa un chorrito de aceite y la mantequilla y rehoga la cebolla.
Añade la cucharada de harina y cocina durante un par de minutos. Agrega la leche y remueve con unas varillas. Cuando espese corrige de sal y aparta del fuego.
En un recipiente apto para el horno coloca primero las espinacas, luego la bechamel, espolvorea con el queso y casca los dos huevos encima.
Hornea a 200º hasta que los huevos estén listos.
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